Thursday, September 14, 2006

Pseudo Seudónimos

Para los que saben… El Libro de Oro de M.L. esta repleto de interconexiones ocultas que lo enlazan a modo de multiversales filigranas, con la historia de la literatura, de la mística y del pensamiento en general.
Junto a esto hay que señalar que está compuesto a la vez por multitud de neologismos y propuestas frescas que sin embargo no surgen de una búsqueda de originalidad. Una de estas propuestas es la de permitir a los autores escribir bajo el sello no de seudónimos sino de pseudo seudónimos, como vienen a ser Campbell-Saffie y Muñoz-Cristi, toda vez que Campbell Saffie y Muñoz Cristi son los dos primeros apellidos de cada uno de los autores y en el libro se los une como si fuesen apellidos compuestos. ¿Y para que diablos? Se preguntará el lector de lujo. Pues bien, un pseudo seudónimo se diferencia del pseudónimo en que retiene aún mucho del nombre verdadero del autor enseudonimado, ¿para que? Pues para remarcar que son mascaras pero mascaras neutras. En el teatro, el maquillaje neutro consiste simplemente en una base que permite opacar el rostro que se tiene que exponer a la luz de los focos, y un pequeño delineamiento de los ojos para resaltar la mirada.
Los pseudo seudónimos hacen sentido fundamentalmente en dos ámbitos, el de la anonimia hipernomica y el de las identidades operativas, temas que abordaremos en otra ocasión. Cabe señalar sin embargo que los pseudo seudónimos permiten una enorme flexibilidad o más bien plasticidad conductual, ya que son la base para operar en el espacio público asumiendo multitud de identidades operativas y personajes, dejando claro el origen de lo dicho, sea esto lo que sea, y a la vez permitiendo separar al hombre de su obra. No hay para que limitarse a una vida artística centrada en el yo o permanentemente descentrada del yo, mas riqueza hay en vivir espontáneamente la constante materialización de la poesía fluyendo de un polo a otro, como de hecho pasa en la vida cotidiana donde operamos en diversos grados con identidades operativas diferentes según cada matriz relacional donde nos movemos. Y aclaramos que esto no tiene nada que ver con la falta de convicciones como podrá pensar algún lector de lujo no tan de lujo, seguramente producto del oxido ideológico.